Las emociones que surgen después de un delito son reacciones normales ante sucesos anormales.

La emoción es una compleja combinación de procesos fisiológicos, perceptuales y motivacionales que producen en las personas un estado psicológico global, que puede ser positivo o negativo, de poca o mucha intensidad y de corta o larga duración y que produce una expresión gestual que puede ser identificada por las demás personas. Zaccagnino Sancho (2004).

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Todas las personas reaccionan de manera diferente ante un delito, mientras algunas pueden continuar “normalmente” con su vida anterior, otras personas pueden verse afectadas de manera muy importante. No hay una manera correcta de reaccionar, son emociones normales que surgen ante hechos anormales: ser víctima de un delito.Las emociones que pueden surgir después de un delito son múltiples y van a depender de cada persona, de la vivencia que haya tenido del delito,  de sus vivencias previas o de su situación personal en el momento y después de sufrir el delito, (etc.).

Algunas de estas alteraciones son:

  • Consecuencias fisiológicas: Más allá de los daños fisiológicos a consecuencia directa del delito (fracturas, heridas, etc.) las reacciones fisiológicas pueden incluir respuestas fisilógicas al estrés. Algunos ejemplos de estas reacciones son:

    • pérdida de enrgía

    • dolor muscular

    • migrañas

    • insomnio

    • problemas digestivos

    • problemas de hipertensión

  • Consecuencias psicológicas: la diversidad e intensidad de estos síntomas puede variar en las personas. Algunas de estas reacciones son:

    • miedo

    • ansiedad

    • resentimiento

    • culpa

    • humillación

    • irritabilidad

    • desconfianza e ira contra el sistema judicial

    • falta de concentración

    • pérdida de la confianza en uno mismo

    • desconfianza hacia los demás

    • tristeza

    • embotamiento emocional (falta de respuesta emocional)

  • Consecuencias sociales:

    • soledad

    • falta de interés por actividades que previamente disfrutaba

    • tensión en las relaciones familiares

    • inseguridad

Algunas personas son capaces de volver a su vida anterior incorporando el delito a su vida, son capaces de ir a trabajar, de querer alcanzar nuevos proyectos y de disfrutar de la vida, otras, son capaces de hacerlo acompañados de un profesional.

  • No censures las emociones, aquellas que surgen después de un delito son normales, recuerda que son reacciones ante sucesos anormales para los que no estamos preparados.

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